FAMILIA: Proceso de aceptación

REACCIONES DE LOS PADRES ANTE EL NACIMIENTO O DIAGNÓSTICO DE UN HIJO CON DISCAPACIDAD 




En1964 Garrard y Richmond presentaban un proceso por el que ambos padres pasaban y el cual puede resumirse en tres momentos:

Desorganización emocional

Periodo de reintegración: En donde se movilizan las defensas.

Fase de adaptación madura Sin embargo el proceso de los padres dista mucho de este modelo lineal presentado por estos autores.

Al contrario los momentos y sentimientos unidos a ellos, se presentan de manera circular, sin una lógica de asenso establecida, con avances, pero también con periodos de incertidumbre y estancamiento, así como con la aparición de sentimientos de tranquilidad, precedidos por los de impotencia e incertidumbre.

Más que hablar de etapas o fases, me gustaría hacer énfasis en algunas reacciones comunes que se presentan en los padres, ante el encuentro con el niño y su diagnóstico, las cuales tienen importancia por el papel que desempeñan.

En los padres puede darse una serie de sentimientos, que impiden comprender la situación y que muchas veces los paraliza. Son una serie de reacciones naturales ante los aspectos negativos de la limitación, surgen como una defensa primitiva ante el sufrimiento psicológico, actúan como un anestésico, de efecto inmediato, aunque temporal, que da a la estructura psíquica tiempo para elaborar un sistema de defensa más adecuado.

Esta es una situación altamente angustiante, y en un intento por controlarla, se desencadenan mecanismos de defensa, (como el pensamiento mágico omnipotente y la negación entre otros), los cuales prevalecen inicialmente y a menudo durante un largo periodo de tiempo.


Es característico en este momento que los padres tengan una visión muy limitada de su situación. Están aturdidos y presentan dificultades para responder ante la persona y situaciones de la vida diaria. 
Esto incide en la manera como entienden las cosas que el equipo de profesionales que atienden a su hijo le dicen acerca de su diagnóstico y pronóstico. La información que en ocasiones se le intenta transmitir, es en palabras de los profesionales, “… como sino las entendieran”, se produce un desfase entre el saber y la verdad: comprenden las palabras pero no escuchan la verdad, pues está implica un dolor intenso y en muchos casos es destructivo para la estabilidad emocional.

Otras situaciones vividas por algunos padres durante todo el proceso de confrontación y asimilación de la situación son:

Depresión: Entendida como una tristeza crónica que invade a toda la persona, y afecta las relaciones que establece con los otros, incluido el menor Sentimientos de culpa: Hacía sí mismo o hacía el otro. El cual depende de ciertas asociaciones “internas” o inconscientes frente al rechazo o deseo de muerte del menor.

Comportamientos reactivos: Algunos padres, en el intento de esconder a sus hijos, llegan a esconderse ellos mismos hasta aislarse de sus amigos y parientes.

 Vergüenza: El desarrollo del menor al ser diferente produce sentimientos de turbación y vergüenza en presencia de otras personas.

La continua frustración: por la dependencia o bajo desarrollo de su hijo(a). Vale la pena recordar que las personas no reaccionan directamente a los acontecimientos externos, sino a los significados internos que asumen tales acontecimientos, porque lo que se plantea, tras el descubrimiento de las limitaciones del hijo, el elemento crucial no es el trastorno mismo, sino la demolición de las expectativas paternas” (GLARP, Pag. 13). Además, los padres se enfrentan a la aparición y oposición de dos deseos incompatibles.


Por una parte el deseo de atender y proteger al niño limitado porque es su propio hijo, por otro lado, aparece el rechazo por su limitación. Es igualmente importante hecho de que este proceso se da justo en el momento en que su hijo más los necesita a nivel de la aceptación, protección y apoyo.



Sin olvidar lo que se dijo anteriormente acerca de que es imposible pronosticar exactamente el curso del proceso que una pareja de padres va a tener en la aceptación o no de su hijo discapacitado, existen algunos indicadores que pueden señalar mostrando dificultades en dicho proceso. Algunos de ellos son:
·       
  •        Excesivo apego.
  •         Sobreprotección.
  •         Trato negligente o de abandono.
  •         Pobre o nula participación en el proceso de rehabilitación del menor.
  •         Abandono frente así misma(o).
  •         Actitud Sacrificada
  •         Sobre exigencia al menor.
  •         Sobre estimulaciones.
  •         Percepción irreal de pronóstico (Baja o alta).
  •         Actitudes de huida
  •         Actitud desafiante, agresiva y de desautorización respecto al profesional o equipo.
  •         Altos niveles de ansiedad.
  •         Cuadros de depresión crónica



Para concluir este apartado digamos que la experiencia de un hijo discapacitado produce en los padres, una de dos situaciones diametralmente opuestas: o superan la situación de un modo admirable y a veces heroica o son incapaces de soportar la terrible tensión generada y la pareja se desintegra.

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